Durante mucho tiempo, profesionales de la salud y científicos no le dieron mucho crédito al arándano azul, ya que tenía un contenido relativamente bajo de vitamina C en comparación con otras frutas. Luego se descubrió que el arándano era una fuente inagotable de nutrición, un superalimento cargado de fitonutrientes y una fruta que tenía beneficios como ninguna otra:

¡Son las frutas frescas con mayor capacidad antioxidante en el planeta!

Dulces, libres de grasa y deliciosas, una porción de arándanos azules provee tantos antioxidantes, vitaminas y nutrientes como 5 porciones de brocololi. Mantienen tu piel, cabello y uñas en buen estado ayudando a frenar el envejecimiento a nivel celular.

Protegen tu sistema inmune

Fuentes de vitamina A, B, C, E y K, un potente combo que ayuda a estabilizar los anticuerpos, refuerzan los tejidos y actúan como antiinflamatorio natural, previniendo infecciones y cálculos de fosfato de calcio en vías urinarias.

Auxiliares en la prevención del deterioro cognitivo causado por la edad.

Una dieta que incluya arándanos azules podría mejorar las habilidades motoras y revertir la pérdida de memoria a corto plazo que está relacionada con la edad, así como otras enfermedades crónico-degenerativas como el Alzheimer. 

Auxiliares en la pérdida de peso

Nuevos estudios indican que los arándanos azules podrían cambiar la forma en como metabolizamos grasas y azúcares, influyendo en los genes que regulan la quema y el almacenamiento de grasa, ayudando a reducir la grasa abdominal y el colesterol.

Son el snack perfecto 

Estudios indican que los arándanos azules, junto a una dieta saludable, podrían auxiliar en la reducción de triglicéridos y mejorar los niveles de azúcar en la sangre. Son ricas en fibra, contribuyendo a la sensación de saciedad sin consumir calorías en exceso.